Una de las más importantes aplicaciones del ozono está en el Tratamiento de Agua Embotellada, cuyo uso cada día se hace más común debido a que el agua de que disponen las grandes ciudades, por la gran demanda existente, afecta significativamente a los tratamientos municipales, los cuales proveen agua de inferior calidad y escasa.

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Con el empleo del ozono en el Agua Embotellada no solo combatimos la carga microbiológica, también eliminamos olores y sabores indeseables en el agua y que son producidos por trazas de sustancias orgánicas. Combatimos el exceso de Fe y Mn; sustancias que, en cantidades mayores a 0,1 ppm Fe y 0,05 ppm Mn perjudican el sabor y calidad del agua.

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Para garantizar la desinfección  no sólo del agua, sino del espacio de aire que queda entre el agua y la botella se requiere de un residual de 0,2 ppm de O3 en el agua, lo que nos asegurará una larga duración del agua sin contaminación. Eso si, sin sobrepasar los 0,4 ppm, límite máximo permitido de ozono en el agua.